Diferentes etapas en la sanación del Trauma Complejo
Quizás una de las etapas más complicadas a la hora de hablar del proceso de curación del trauma complejo o de reintegración de la experiencia pasada es el comienzo.
Una persona no puede comenzar un proceso de trabajo de sanación del trauma si no es consciente de lo que le ha pasado. Puede conocer su historia porque la ha vivido, ¿pero es realmente consciente del daño que ha ocasionado dicha historia?
Probablemente no.
En el caso de algunas terapias, este reconocimiento de la experiencia no suele ser necesario debido a que se trabaja con el cuerpo, es decir, no necesariamente se tiene que hablar o reexperimentar la experiencia. Ejemplo de ello pueden ser terapias somáticas, psicodrama, terapia de trauma con yoga, etc.
Pero suele ser el caso, de que muchas personas con trauma complejo nunca llegan hasta esas terapias. En algunos casos puede ser porque se trate de personas excepcionalmente sarcásticas, escépticas, rígidas, bloqueadas o negacionistas de los estragos del trauma (consecuencia del propio trauma y la manera que tiene la persona traumatizada de defenderse). En otros casos simplemente se trata de una desconfianza general hacia todo aquello que no puedan controlar (también consecuencia del trauma complejo).
El resultado es que vemos que pocas son las personas con trauma complejo que realmente empiezan un tratamiento "efectivo".
Pasada la primera etapa de reconocimiento de "lo que ha pasado", toca trabajar. Trabajar significa enfrentarse a los propios mecanismos y defensas que acarrea la persona y que precisamente tiene integrados en su forma de ser. Será aquí donde vuelva a aparecer la negación, y la defensa contra la terapia.
Sea con terapias más tradicionales para el tratamiento del trauma como el EMDR o terapias más nuevas como las terapias sensoriomotrices o inclusos terapias somáticas que incluyan yoga, está científicamente probado que el trauma queda registrado en el cuerpo. El trauma se puede quedar acumulado en el corazón e incluso en sensaciones del estómago. Múltiples estudios trabajan con la relación entre trauma y problemas cardíacos, incluso cáncer.
Las personas podemos "pensar" en el trauma, "hablar" del trauma, pero el cuerpo lleva su propio ritmo y finalmente es este el que ha de soltar los resquicios de pasado que se han ido quedando atascados. A fin de cuentas, las personas reaccionamos al ambiente mayoritariamente con las partes inconscientes de nuestro cerebro. Esto quiere decir que toda "marca" que haya dejado nuestro pasado traumático en nosotras y nosotros se verá reflejada (queramos o no) en nuestras interacciones, en nuestra posición al andar, en nuestra manera de expresarnos e incluso, en nuestra salud física.
Recursos
El autor Bessell Van del Kolk nos habla del trabajo del trauma gracias al yoga
Ilustración del inicio de la ilustradora Ana Santos (Instagram: anasantos_Illustration) en una tirada titulada "La travesía de Elena" dedicada a la depresión.
0 Comentarios