Cómo el trauma infantil modela la personalidad
Como dice Gabor Maté, el trauma no es lo que te pasa; es lo que pasa dentro de ti con lo que te pasa.
El trauma infantil tiene la capacidad de modelar la personalidad.
Cuando somos niñas y niños, hasta pasada la adolescencia, la personalidad se está formando. Para los casos donde el trauma complejo empieza en la primera infancia, las consecuencias para la personalidad son todavía más graves, dado que neurológicamente, muchas de las estructuras cerebrales se están todavía formando y hay periodos críticos para ello, por lo que podríamos decir que los eventos traumáticos difieren en importancia con la edad. La falta de conexión emocional en una adulta de 45 años duele, pero en una niña de año y medio el dolor es insoportable.
El trauma crónico o complejo (causado por abuso, negligencia, etc.) tiene la capacidad de moldear la personalidad dado que ha ocurrido durante un periodo muy prologado de tiempo. Esto es una diferencia con el trauma clásico dado que este no tiene afecciones tan graves en la identidad, cogniciones, emociones y conductas de las personas.
Una persona con trauma complejo va a forjar su identidad y personalidad a raíz del trauma. Porque el cerebro es evolutivamente inteligente y para tolerar el daño va a crear mecanismos de defensa. Sin embargo, estas estrategias de supervivencia sirven para sobrevivir al trauma pero aniquilan durante la adultez la salud de la persona.
Ejemplos de características de la identidad debido al trauma complejo son:
- Mantenerse siempre ocupada/o
- Overachiever
- Adicciones (a las parejas, a la comida, al trabajo, a los cigarrillos, etc.)
- Introversión como consecuencia de un miedo generalizado a todo lo nuevo y agitado
- Necesidad de ser el centro de atención
- Fantasías amorosas (limerencia)
- Perfeccionismo
- Compulsión para hacer amigos/as - estar rodeada/o de gente
- Dependencia de la protección de un hombre (en mujeres)
- Overthinking
- Impulsividad
- Querer hacerlo todo sola/o
- Incapacidad de estar en un sitio cerrado con mucha gente (puede confundirse con claustrofobia)
- Ser el payaso/a del grupo
- Lobo solitario
- Alma vieja u old soul
- Codependencia
- Problemas para pedir ayuda
- No saber decir que no
- Tener miedo a lo desconocido
- Capacidad sobrenatural para "leer" el estado anímico de las demás
- Ser "maja/o", no tener conflicto con nadie
- Incapacidad de parar = necesidad de estar constantemente ocupada/o
Todos estos ejemplos hacen referencia a casos de personas que han forjado su identidad debido al trauma. En casos muy severos o personalidades borderline se ha observado que hay una distorsión o pérdida grave de la identidad. Esta queda sepultada por las capas y capas de partes traumatizadas que protegen a la persona de la realidad de los eventos traumáticos.
Estas "maneras de ser" forjadas por el trauma nos protegen del dolor original. Estas partes son las protectoras de la parte traumatizada (para más información sobre las partes consultar el modelo IFS o Internal Family System).
Detrás de cada persona traumatizada hay una identidad todavía por descubrir. Unas habilidades todavía por explorar. Una autenticidad todavía por revelar.
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