Consecuencias del Trauma Complejo:"El verano me da ansiedad"
En una familia suficientemente normal, la llegada del verano se ve con excitación, donde llegan las vacaciones, los días libres, la posibilidad de quedar con amigas y amigos, el hacer actividades al aire libre, visitar lugares y ciudades nuevas, reencontrarse con algunos familiares, no tener que hacer deberes o ejercicios académicos, pasar tiempo en casa, descansar, tener tiempo libre y poder para de hacer cosas.
En entornos familiares que no han sido suficientemente buenos, el verano para las niñas y niños que yo llamo supervivientes es una fuente de estrés.
Leer "descanso, tiempo libre y la obligación de relajarse" generan una gran cantidad de estrés. Si al visualizarte en la situación notas una angustia ansiosa que te sube por el pecho, quizás también seas una o un superviviente.
Según los diferentes tipos de estrategias de supervivencia que utilices, tenderás a caer en una u otra conducta. Así, las personas con predominancia de la estrategia de Huida (flight), tendrán más ansiedad y necesitar de una rutina para poder sentirse seguras. Estas personas tienen tendencias compulsivas de pensar y hacer. Pienso lo que he de hacer, hago lo que he de hacer. Al llegar el verano, la rutina se rompe y ahí es cuando entra la ansiedad.
La llegada del verano, sobre todo en edades jóvenes como desde el colegio a la adolescencia significa otra cosa que: tiempo libre. Cuando la persona es adulta, puede llenar esos vacíos con actividades académicas u otras "obligaciones" que pueden ocupar ese espacio vacío en el pecho y "tapar" por un tiempo la angustia recurrente que sube cuando la persona tiene que estar en contacto consigo misma.
¿Por qué me daba angustia el verano?
Según lo que yo he ido observando e infiriendo, cuando crecemos en familias donde ha habido negligencia, negligencia emocional, abandono físico o emocional, o abuso (de cualquier tipo), la persona poco a poco empieza a abandonarse a sí misma como mecanismo de defensa para sobrevivir la realidad tan dolorosa de su presente. Puede recurrir a técnicas de fantasear, crearse sentimientos de superioridad, actividades compulsivas, evadirse, aislamiento, entre otras.
En una familia suficientemente normal, cuando la niña o niño no tiene a nadie más, sino que solo se relaciona con la familia, se siente segura/o, suficiente. No necesita de nada más externo que llene el vacío de sus entrañas. En familias disfuncionales el sentimiento de soledad estando con los progenitores es constante. Esto se debe a que estos no han sabido generar un vínculo seguro con la niña o niño ni, lo que se llama en inglés "attunement", es decir, una conexión. Al llegar al colegio e instituto, la niña o niño empieza a encontrar a otras compañeras/os que llenan esos vacíos. No se siente tan sola porque está rodeada de gente con la que su sistema nervioso (¡por fin!) puede conectar y relacionarse. La llegada del verano significa una ruptura total de esas conexiones porque vuelve al lugar donde comenzó el abandono emocional: el hogar. De esta manera, aun estando rodeada de otras personas (progenitores), la persona desarrolla un fuerte sentimiento de abandono que puede crecer con los años y se ve sumergida en un profundo sentimiento de soledad.
Las personas con las que la niña o niño ha compartido la mayor parte del tiempo ahora parecen lejanas.
El tiempo transcurre muy lento y la persona cada vez se siente más abandonada, angustiosa de (inconscientemente) no poder conectar con las personas que la rodean porque probablemente sean padres o madres emocionalmente ausentes o que no han llegado a crear un vínculo fuerte con su hija o hijo.
Es por todas estas razones, según lo que yo he ido viendo y las que no he visto todavía, que para algunas/os supervivientes la llegada del verano puede ser un foco de estrés y no de relajación.
Algunos consejos que yo daría serían los siguientes:
- Planea de antemano actividades para el verano con gente que puedan restaurar tu conexión dañada (campamentos, voluntariados, experiencias grupales de verano, viajes con amigas y amigos, etc.)
- Disfruta de tu tiempo en soledad (si no te queda otra) descubriendo cuáles son tus intereses, tus hobbies (a menudo desconocidos para personas emocionalmente abandonadas).
- Si tienes la posibilidad ¡sal a a naturaleza!. Montañas, campo, bosques, playas. Todos estos parajes nos permiten conectarnos de nuevo con nuestra esencia y consiguen calmar el sistema nervioso.
- Conecta con animales. Los pájaros, perros, gatos, caballos (para algunas/os afortunadas/os) son sustitutivos de conexiones emocionales muy poderosos que regulan nuestras emociones y nos generan bienestar.
- Sal a tomar el aire. Aunque cueste, toma el aire, date un paseo. El estar en el exterior renueva nuestras energías.
- Aunque te sientas abandonado o abandonada, la gente que te quiere o que es tu amiga no se va a ir y va a seguir ahí si les dices de quedar, envíales un mensaje para tomar algo o dar una vuelta. En muchas ocasiones las personas que nos criaron generaron un vínculo inseguro que nos hace pensar que en cualquier momento esa conexión se puede romper. Pero, afortunadamente, en la vida irás conociendo a gente que te demuestre que las conexiones estables con posibles, también para ti y también en la distancia.
0 Comentarios